1

LA TRANSEXUALIDAD NO ES TRASTORNO NI ENFERMEDAD, LA TRANSFOBIA SI.POR TODOS NUESTROS DERECHOS Y DIGNIDAD,Y POR LOS DE TODO EL COLECTIVO LGTB.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La normalización que no llega

Anónimos y declarados. Gays y lesbianas de la provincia analizan la situación actual de un colectivo que busca la integración social completa, pero en el que muchas veces la autodiscriminación representa una barrera casi impenetrable

MAGALÍ FERNÁNDEZ Una década ha cumplido ya el siglo XXI. El futuro hace diez años se presumía halagüeño, una época para superar viejos temores y prejuicios. Así, la legislación ha avanzado para muchos colectivos en España, en especial para el de gays y lesbianas. La primera etapa de Zapatero otorgó un derecho que se hizo esperar demasiado, los homosexuales pueden hoy contraer matrimonio, por mucho que les pesó esa denominación a otras formaciones políticas. El líder del PP, Mariano Rajoy, ya ha anunciado que de ganar las próximas elecciones no mantendrá la posibilidad de unión civil entre personas del mismo sexo. La situación social de estos colectivos -estandartes de la lucha por la consecución de libertades en todo el mundo- no se ha normalizado ni mucho menos. 
Así lo demuestran diferentes testimonios de gays y lesbianas de la provincia, anónimos y declarados con nombres y apellidos. El temor a perder un empleo y tener problemas para optar a él son los obstáculos más frecuentes a la hora de decir: "sí, soy homosexual y no pasa nada".
"La sociedad acepta a los gays, pero no asume su condición y ello se evidencia en frases como "pueden hacer lo que quieran, mientras no molesten"". Este es el diagnóstico del actual presidente de la asociación de gays y lesbianas de Alicante "Diversitat", Angel Amaro. "La gente tolera al colectivo gay por presión mediática, está mal visto ser homófobo, pero la discriminación está en la superficie, existe en la actualidad una homofobia indirecta", explica Amaro. Esta última observación la comparten dos de los miembros de Espai, asociación LGTB (lesbico, gay, transexual y bisexual) de la Universidad de Alicante, Patricia y José. Según estos jovenes estudiantes, la homofobia se ha ido moderando y en estos momentos los homosexuales se enfrentan a una violencia indirecta. Además, el desarrollo y aceptación social contrasta, para ellos, de unos ámbitos laborales a otros: "Si eres militar o futbolista, no dices que eres gay; eso no ha cambiado con el tiempo".
Sin embargo, los representantes de esta asociación van un paso más allá y sugieren, además, un tercer y cuarto tipo de homofobia, la que se dedica a encasillar a los gays de manera sutil y la que practican los propios homosexuales. En este sentido, y aludiendo a lo que muchos llaman "plumofobia" (odio contra aquellas personas a las que su manera de actuar denota su condición sexual), Patricia y José aseguran que "no somos los homosexuales los que estamos discriminados, sino aquellos que no encajan en un molde establecido y que aprisiona a muchos heteros y bisexuales", que por mostrarse algo "afeminados" son rechazados. 
"El proceso de normalización está en marcha, pero es necesario seguir avanzando", apunta José, quien está seguro de que "hasta que Disney no haga una película con dos príncipes", la situación para gays y heteros no será la misma y la sociedad seguirá observando de costado a las parejas de un mismo sexo.

Callar por necesidad
"Te cuento lo que quieras, pero ni fotos, ni nombre". Así una y otra vez comienzan los testimonios. Todos coinciden en ocultar su condición sexual por dos razones: el trabajo y la trascendencia de afirmar públicamente la propia homosexualidad. "No es lo mismo contar a tu familia que te gustan las chicas o los chicos, según cada caso, que publicarlo en un periódico", afirma uno de los entrevistados. Si bien resulta difícil imaginar que el hecho de tener unas o otras preferencias sexuales sea condicionante a la hora de conseguir un puesto laboral, este aspecto preocupa en especial a los jóvenes, quienes aún no han conseguido un trabajo y que ven como una amenaza declarar abiertamente su homosexualidad.
Existen ciertos ámbitos en los que se acepta abiertamente que una persona sea gay o bisexual, como por ejemplo en política, pero, a pesar de ello, algunos prefieren callar. Un concejal de la provincia (que prefirió mantenerse en el anonimato) reconoce que en su espacio de trabajo todos conocen su condición y que no existe problema alguno, "aunque al ser un cargo electo puede haber gente que no lo entienda". Así, se muestra convencido de que en la actualidad una empresa, sea pública o privada, no rechazaría a un empleado por ser homosexual. No obstante, el concejal asegura que "desde el momento en que se habla de la situación del colectivo gay, no existe normalización alguna". "Sigue habiendo estereotipos, sigo experimentando casos en los que me freno, no voy de la mano de mi pareja por la calle por ejemplo", agrega.

No hay comentarios:

Entrevista a Mar cambrolle, presidenta de asocianción transexuales Andalucia (ATA)

Google
Powered By Blogger