1

LA TRANSEXUALIDAD NO ES TRASTORNO NI ENFERMEDAD, LA TRANSFOBIA SI.POR TODOS NUESTROS DERECHOS Y DIGNIDAD,Y POR LOS DE TODO EL COLECTIVO LGTB.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Soy feliz, completa,..enhorabuena, te lo mereces,

Si uno no hubiera conocido antes a Jan Morris, la escritora de viajes que también se sometió a cirugía de reasignación de sexo para completar su cambio físico a mujer, Vanessa van Durme (Gante, 1948) impresionaría. La actriz, autora teatral y guionista belga, que ha representado en el festival Temporada Alta de Girona Gardenia, es, como la galesa, una mujer grande y fuerte que combina carácter con delicadeza y ternura. Se encuentra en la terraza y pasamos dentro porque está constipada. La gente arquea las cejas a nuestro paso. Viste un jersey mostaza con escote y atrapa con una sonrisa mi discreta mirada. Al ver que llevo Conudrum, el libro de Morris sobre su embrollo sexual, dedicado, Van Durme expresa su admiración por la "pionera". Es vegetariana.
Entra en materia recordando los duros tiempos en que los transexuales eran freaks y su existencia "un tabú". Las cosas han cambiado, recalca. "Yo tuve que ir a Casablanca en 1975 para la operación, en condiciones muy duras. Ahora Gante, mi ciudad, es conocida por los cambios de sexo; el médico que los hace vive a dos puertas de casa y todo lo paga el Estado. No hay problema. Antes todos caían en la prostitución, yo también, durante 15 años: tenías que vivir, ganar dinero para operarte, y cuando la gente veía tu aspecto -yo era joven y guapa, querido- y lo cotejaba con tu tarjeta de identidad, no te daban trabajo. Salí bien de esa aventura, pero muchas otras no lo consiguieron. Fue porque entré en el teatro muy joven y aunque lo dejé, tuve un mundo al que regresar". La actriz y escritora come con apetito su ensalada. "Así que ça va, soy feliz, completa".
Se ha hecho famosa con un monólogo, Mira mamá, yo bailo, en el que explica su vida. "Es un homenaje a mis padres. Eran gente sencilla, trabajadora. Creían que habían hecho algo mal, pero no: es la naturaleza. Pienso mucho en qué fue para ellos en los años sesenta tener un hijo como yo, un niño especial". Lo explica con una delicadeza conmovedora. "Me he sentido una chica siempre. No era infeliz de pequeña porque creía que era una niña, con mis muñecas. A los 9 o 10 años me dijeron que no podía vestirme con la ropa de mi hermana; empezó lo malo. Yo era muy tímido, estaba mal en mi piel. Amaba a los hombres, pero no como los homosexuales. A los 27 años fui a Casablanca. Nunca me he arrepentido. Estuve casada luego 16 años y me divorcié, como todo el mundo". Le pregunto si conserva rasgos masculinos de comportamiento. "¿El subconsciente?, no, no, es todo tan natural... Me miran, pero porque soy grande y porque mi amigo, mi amante, es senegalés, negro y más joven".

A la hora del postre, Van Durme acaba rápido con su tatin y -nos hemos hecho amigos o amigas o lo que sea- me alecciona sobre las relaciones de pareja. "Las mujeres nunca decimos del todo la verdad, no lo olvides. Para que las cosas funcionen tenemos que haceros creer que sois más inteligentes, ese es el secreto, querido, acariciar la testosterona". Vanessa opina que es mucho más difícil ser mujer que hombre: "Trabajo, casa, niños si los hay, y luego cama, teniendo que estar sexy, y la publicidad, todo el día confrontada a ese imposible".
Tras el café, se marcha rápido, deseosa de fumar. Nos damos dos besos, y le recuerdo que no me ha dicho su nombre original. Esboza una sonrisa pícara y deja caer, como Cenicienta su zapatito: "Una mujer tiene siempre que guardar un último secreto".

No hay comentarios:

Entrevista a Mar cambrolle, presidenta de asocianción transexuales Andalucia (ATA)

Google
Powered By Blogger